El encuadre de trabajo puede ser diverso, no obstante, la clínica plantea situaciones desafiantes, conflictos, estancamientos o la necesidad de generar nuevas estrategias y enfoques para dar respuesta a la complejidad de las situaciones clínicas que se presentan. Para avanzar, se requiere de las supervisiones de las prácticas, porque es una herramienta muy potente y costo efectiva. 

Las supervisiones de la Fundación ITINERIS son duales, a cargo de los directores generales, quienes cuentan con más de 30 años de experiencia concreta en el trabajo institucional, de consultorio y con grupos profesionales, en abordajes relacionados con las familias, las personas con discapacidad, los profesionales, el entorno comunitario y los tratamientos medicamentosos. 

Las situaciones supervisadas, deberán ser enviadas con antelación y por escrito en una carilla, o pueden usarse medios audiovisuales de 3 minutos. La dinámica de supervisión es el diálogo y el análisis del material clínico, a partir de la articulación con marcos teóricos actualizados y con el saber que cada quien pone en juego. 

El hábito de supervisar la clínica es gratificante y no tiene que quedar reservado para situaciones donde ya no se vislumbra un encauzamiento posible; éstas pueden relacionarse con diferentes situaciones de la práctica cotidiana, como los tipos de admisión, las derivaciones, las interconsultas, o las estrategias clínicas.